Paseo matinal de mayo, disfrutando de la primavera. En la vega del Jiloca ya hay vida humana tras el largo paréntesis invernal. Los primeros calores aprietan y los huertos son un hervidero de actividad. Los primeros planteros. Tomateras, acelgas, lechugas, cebollas... Aquí y allá, tirando de azada y abriendo surco.
Revista de observación, estudio y conservación de la Naturaleza de las Tierras del Jiloca y Gallocanta (Aragón)
Natura xilocae
jueves, 30 de junio de 2016
COMO ANTAÑO
domingo, 26 de junio de 2016
AMBIENTALIA 2016. EL PROGRAMA
sábado, 25 de junio de 2016
HISTORIA DE UN BOSQUE .... DE CUCALÓN
José Antonio Sánchez y Chabier de Jaime
miércoles, 22 de junio de 2016
SENDERISMO NATURALISTA POR EL PAÍS DEL CHOPO CABECERO
viernes, 17 de junio de 2016
PRIMAVERA EN EL ALTO HUERVA
lunes, 13 de junio de 2016
EL CORRAL DE LABORATORIO
Este año decidí plantarle cara a los químicos del campo, al menos a ese que tengo más cercano, casi por hobby.
Tenemos un pequeño corral con una docena de frutales que desde hace unos años se rociaba de herbicida para eliminar toda la hierba, de manera que la explosión de color de la primavera se convertía rápidamente en agostamiento perpetuo, tierra desnuda y sin vida. Así era la mayor parte del año.
Hasta ahora los árboles se trataban para evitar la salida de pulgones y otras plagas propias del manzano. Son casi todos variedad “Golden” y algún “Reineto”. La “química agrícola”, como en otros tantos huertos y plantaciones, ha imperado en el corral desde hace varios años.
Con un compuesto muy diverso de semillas que sobró de una de las obras que llevo en el trabajo decidí cambiarle la cara y devolverle rápidamente la naturalidad perdida. El compuesto concretamente es el siguiente:
10% Festuca arundinacea
10% Agropyrum cristatum
10% Agropyrum desertorum
25% Lolium westerwoldicum
10% Vicia sativa
15% Onobrychis viciifolia
10% Medicago sativa
10% Melilotus officinalis
Tenemos varios manzanos y un ciruelo (a la derecha en la foto), este año las heladas tardías acabaron con la flor de todos ellos (unos días más tarde de hacer la instantánea).
El caso es que a finales del invierno sembramos unos cuantos metros cuadrados de prueba bajo los árboles. Tardó en salir, pero poco a poco las herbáceas fueron cubriendo el suelo, tal y como quería (bajo el ciruelo ya se apreciaba en esta foto, del 15 de abril).
Mi principal objetivo era tener el suelo cubierto de herbáceas y especies autóctonas con flor bajo los frutales para favorecer la presencia de insectos, cuantos más mejor. Un pasto tipo pradera, buscar el equilibrio entre áfidos y otras plagas que previsiblemente los árboles van a soportar y sus enemigos naturales. ¿Mantendrán a raya las plagas de insectos?
Doce frutales en un terreno desnudo, sin vegetación, un territorio 100% hostil para los insectos es difícil de mantener sano si no es con tratamientos fitosanitarios. Pero, ¿y si dejamos actuar a la naturaleza empezando por el suelo? ¿Y si luego dejamos de tratar el arbolado? La prueba es ideal este año, sin cosecha. Nada en juego…
En la primera visita y tras las lluvias de mayo comenzaron a verse los primeros ataques de pulgón en algunos árboles. Poca cosa, pero ya vi las primeras mariquitas, algo que me ilusionó en esta experiencia, sin haberlas introducido en la zona, salieron como de la nada. Mis aliadas en esta lucha ya estaban patrullando, así, nada más llegar. El herbazal ya empezaba a asomar, este año se librará del fuego químico (aunque tengo preparada la desbrozadora para más adelante).
Uno de los manzanos al que no le suele llegar mucha agua de riego estaba bastante tocado por el pulgón. Su crecimiento es lento, su aspecto frágil. De momento allí no se veían mariquitas. Lo dejé estar.
Casi 20 días después la vegetación sigue creciendo. Destacan las malvas, que han colonizado buena parte del suelo. Estas siempre salían solas, sorprende la memoria del suelo, el banco de semillas y su perdurabilidad, tras años y años de herbicida.
Han salido también amapolas, ortigas en la zona más cercana a la sombra de la pared y muchas más especies, muchas de ellas de flor. Todas consideradas “malas hierbas”. Han cubierto mucho más suelo del que sembré. Las abejas y otros insectos vuelan por doquier. Es un pequeño oasis, mi pequeña aportación de biodiversidad a un planeta cada vez más castigado y enfermo. A los ojos del agricultor tradicional, todo un “neoquímico”, seguramente un auténtica marranada. Tampoco vendría mal una pasada de las gallinicas de Chabier… esto también fue territorio gallina en su día.
Los primeros árboles afectados por el pulgón se les ve bien. Voy a visitar el más castigado. Cuento un número muy elevado de mariquitas, grandes, pequeñas y también un sinfín de larvas de mariquita, que no tienen nada que ver con los adultos. En todos y cada uno de los ramilletes afectados por el pulgón hay presencia “policial”. Recordemos que hace dos semanas en este árbol no había ninguna, estaban en los otros árboles.
Todas ellas estaban alimentándose de los pulgones, luchando contra la plaga del árbol más dañado. La actividad es frenética, es la guerra…En cada brote de hojas tiernas con pulgón un montón de soldados – mariquita, un tratamiento fitosanitario que me sale gratis, ¿cuál será el resultado final?
En dos semanas volvemos… y a ver qué tal.
miércoles, 8 de junio de 2016
VIÑAS PERDIDAS
Algo por delante, los carrascales propios de estos montes, aprovechados por sus leñas desde hace siglos y en la actualidad recuperándose lentamente ahora que se ha perdido esta práctica forestal. Una estrecha línea de chopos, probablemente híbridos canadienses plantados al tiempo que los pinos. Y en un primer plano, el motivo de este artículo.
Es una viña perdida. Las cepas, abandonadas a su suerte durante décadas, han acabado secándose. Décadas sin podar y sin labrar, se han visto desbordadas por la competencia de la vegetación autóctona que ha recolonizado su territorio. La cepa, con hojas anuales y de gran superficie, no tenía nada qué hacer en un entorno tan luminoso y tan seco.
Muchos propietarios vendieron sus derechos de viñedo (3.000 €/hectárea, como mínimo). Las arrancaron y sembraron herbáceas de secano (cereal). En otros casos, como estos, las viñas se abandonaron directamente ...
Hace unos años, hablando con gentes de Burbáguena sobre la decadencia de los pueblos no nombraron la escuela recién cerrada, el argumento esperable. Hablaban de las viñas perdidas ...
martes, 7 de junio de 2016
NUEVO TESTING DE BIODIVERSIDAD EN LA CUENCA DE GALLOCANTA
sábado, 4 de junio de 2016
¿QUÉ ESTÁ PASANDO EN LOS BOSQUES CANADIENSES?
Esta zona tiene un clima subártico, con sólo 3 meses cuya temperatura media es superior a los 10 ºC. Las temperaturas medias oscilan entre los -17.4 ° C en enero a 17,1 ° C en julio. La precipitación media anual es de 418,6 mm (como buena parte del Jiloca) y se da principalmente en los meses de verano. La nieve es una constante en invierno, con un promedio de 133,8 centímetros la mayoría de los cuales cae entre octubre y abril.
Es una zona muy boscosa, dentro del cinturón del bosque boreal que se extiende desde Alaska hasta la región de la Bahía del Hudson, al noreste del país:
Son bosques de Abeto Blanco (Picea glauca), álamo temblón (Populus tremuloides), álamo balsámico (Populus balsamifera), abedul blanco (Betula papyrifera), con abeto negro (Picea mariana) creciendo en zonas más pantanosas y de menor drenaje y pino “Jack” (Pinus banksiana) en las zonas más secas.
El caso es que la cosa empieza así, con los lagos aun helados en las inmediaciones pero tras un invierno insualmente cálido y seco: el día 2 de mayo, con una temperatura inusualmente alta (desde el día 1 de mayo hasta el 5 la temperatura se dispara, el día 3 se llega a los 32 ºC con una humedad relativa del 12 % y vientos flojos de componente sur) un incendio forestal comienza a propagarse a unos 8 Km. al sur de la ciudad:
Una medición grosera nos da una superficie de unas 544.000 ha… pero continúa quemando hasta final de mes…
Pero para entender estas dimensiones sacadas de este inmenso continente hay que irse a sitios más conocidos. Para ello nada mejor que llevarnos la superficie incendiada y ponerla encima de la provincia de Teruel...
Pues bien, la provincia entera tiene 14.804 Km2. El incendio ocuparía unos 9.900 Km2. Es decir, como si ardiese casi el 70 % de nuestra querida tierra.
Durante el mes que ha durado el incendio (desconocemos si a día de hoy aun hay pequeños fuegos) fueron evacuadas más de 100.000 personas de la ciudad y sus alrededores. Esta ha sido la mayor evacuación por incendios forestales registrados en la historia de Canadá. 1/5 de hogares fueron destruidos por el fuego.
¿Cómo es posible que bosques situados por encima de los 56 º Norte (más o menos la latitud de Dinamarca) ardan con semejante virulencia en pleno mes de mayo, tan sólo unas semanas después de que las nieves se hayan retirado?
Durante los últimos meses se ha vivido un fuerte episodio de El Niño que ha traído temperaturas anormalmente elevadas al noroeste de Estados Unidos y Canadá. Además hay que tener en cuenta que el fuego es un componente también natural en el ecosistema de los bosques boreales. La cuestión es la dimensión de los mismos.
Desviación respecto de la media de la temperatura mundial global en el invierno de 2016. El Noroeste de EEUU, Canadá y Rusia han sido las zonas con mayores incrementos de temperatura
Durante los últimos 5 años la superficie quemada en Canadá ha sido de algo más de 14 millones de hectáreas. De estas, más de la mitad han sido entre los años 2013 y 2014.
2016 lleva camino de convertirse también en un año con un número de incendios muy elevados y 2015 todavía no aparece en las estadísticas, pero también fue muy elevado el número de incendios.
En este blog ya hablamos en una ocasión sobre los tremendos incendios forestales que se estaban produciendo en Canadá, fue precisamente en el año 2013.
En los bosques canadienses, especialmente en Alberta, sobre todo debido a su menor altitud y a la orografía, pueden darse condiciones “explosivas” como las ocurridas durante el mes de mayo. Son conocidas las situaciones de vientos “Chinook” (Chinook winds), surgidos a raíz del efecto Foehn creado por las montañas y que afectan a las praderas canadienses y las grandes llanuras americanas. En Canadá afectan sobre todo a las provincias de Alberta, Saskatchewan y Manitoba y surgen a sotavento de las Montañas Rocosas canadienses. Son conocidos comúnmente por vientos “ice-eater” (devora hielos).
Otro gran episodio de incendios. Imágenes de satélite de los días 10 de mayo de 2014, 2015 y 2016 y evolución de la enorme superficie incendiada en junto al lago “Great Slave”, en los Territorios del Noroeste de Canadá:
Pese a todos estos efectos naturales conocidos, la ocurrencia de grandes incendios en Canadá según la estadística parece que sigue una tendencia al alza durante el último quinquenio que coincide con un incremento de temperaturas en todo el mundo, especialmente en zonas tradicionalmente más frías. Algo similar ocurre en Rusia, aunque la frecuencia de grandes incendios es menor, la superficie quemada es igualmente alta.