¿Quién dijo que era imposible
celebrar el décimo aniversario de la Fiesta del Chopo Cabecero con seiscientas
personas para comer y prácticamente mil a lo largo del día, en un pueblo con
menos habitantes que los apuntados a la comida y con una previsión del tiempo
de lluvia al 100%?
Pues en Torrijo del Campo, la
décima Fiesta del Chopo Cabecero, fue un éxito gracias a la colaboración de
toda la gente, organizadores y participantes, que la hicieron posible.
Comenzó el día con lluvia,
“recogidos” en la iglesia donde se dio la bienvenida, la explicación y las
orientaciones que, normalmente, se reciben en la plaza del pueblo.
Allí se presentaron
alternativas variadas para todos los
participantes: recorrido corto y largo tras la escamonda, visita de la Iglesia
guiada, documental resumen de todas las fiestas en el
Ayuntamiento…
Y comenzamos el paseo disfrutando
de la arboleda centenaria de la entrada del pueblo, valorada y cuidada por los
vecinos y vecinas de Torrijo, que les ha hecho merecedores del premio Amigo del
Chopo Cabecero 2018.
Pasamos junto al molino ...
y remontamos la vega de Torrijo ...
hasta alcanzar el cauce del río Jiloca en el paraje de Villacadima, ya en
término de Monreal del Campo.
Al llegar al lugar de la
escamonda, se paró la lluvia y Moisés Moreno pudo realizar su trabajo podando
un chopo cabecero.
Alguna de las grandes ramas fue hecha rodajas ...
... y hubo más de
una que se la llevó de recuerdo.
El relevo generacional se realizó
a la entrada del pueblo, plantando los niños y niñas nuevos chopos en los
huecos de árboles que, con el tiempo, han ido faltando.
Y a la vuelta de la andadica,
pudimos disfrutar del audiovisual montado por Uge Fuertes "Diez años entre amigos"… un resumen de la fiesta en diez
ediciones, con los distintos carteles, los momentos y las gentes…
En el pabellón se inauguró la
exposición fotográfica del “V Concurso de Fotografía sobre el Chopo Cabecero” y
los organizadores de Torrijo del Campo ...
consiguieron con gran éxito organizar a
los comensales ...
y que el reparto de la comida fuera una maravilla.
El catering
de Selección Calamocha, una vez más, impecable.
Los medios de comunicación
(prensa, radio, televisión), se hicieron eco de la Fiesta con el cariño que
hace que sea ya “algo suyo”.
Después de comer, con una
megafonía estupenda, Pilar Sarto agradeció “a quienes han colaborado en que
esta fiesta sea posible, a quienes pese a la lluvia y al susto al ver tantos
inscritos, han organizado la excursión, al motosierrista Moisés Moreno, a
quienes han aportado sus fotos para montar el audiovisual "Diez años entre
amigos", y especialmente a Uge Fuertes, al Centro de Estudios del Jiloca
que cada año sigue adelante con este invento, a los cocineros, a los de Torrijo
del Campo que han organizado todo este mogollón... A los grupos Bucardo
Folklore Aragonés y La Ronda de Boltaña… y a todos los cantadores y cantadoras
–con chuleta- del Somos y de Aqueras montañas, novedad coral de este
año. ¡Un aplauso para toda esa gente!”.
Parece que fue ayer cuando
decidimos hacer una fiesta para dar a conocer la riqueza paisajística y
cultural que suponen nuestros chopos cabeceros, unos árboles añosos y
monumentales cuidados por los vecinos de los pueblos en los valles de la
cordillera Ibérica.
Y ya son diez años que nos han permitido disfrutar de ríos,
pueblos y gentes que los han valorado y a quienes les hemos agradecido su
esfuerzo.
A continuación se hizo entrega
del V Concurso de Fotografía sobre el Chopo Cabecero promovido por el Centro de
Estudios del Jiloca, que pretende fomentar y difundir los valores patrimoniales
del chopo cabecero y otros árboles trasmochos, como sauces, fresnos y
sargas, de las riberas del sur de Aragón, incluyendo como tales todos
los paisajes que reflejen su singularidad y belleza, además de los
diversos aspectos de estos árboles relacionados con la cultura
popular, los cuidados y trabajos, la variedad de aspectos
históricos, culturales, ecológicos y etnológicos que reúnen los
árboles trasmochos de ribera. Una forma de expresión y de mirar al mundo es la
fotografía.
Este año 2018 han sido 21 los participantes, con 53 fotos. Los
premiados fueron:
1º Premio Dimas Serneguet. Título
"Bajo la chopera"
2º Premio Inma Terrado. Título
"En nuestras manos"
3º Premio Agustín Catalán. Título
"Más vale solo..."
Accésit
Dimas Serneguet. "Entre
ramas"
Oscar Lainez. "Terrazas
insostenibles"
Chusé Lois Paricio. "Juntos
hasta el final"
Como nos gustan las buenas noticias
y en nuestra fiesta siempre hacemos un hueco para contarlas, para seguir
teniendo la sensación colectiva de que esto marcha y que realmente estamos
juntos y juntas en un gran proyecto, que merece la pena, Chabier pasó a contar
las novedades.
La declaración del Parque Cultural del Chopo Cabecero del Alto
Alfambra por el Departamento de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de
Aragón y las actividades que se están llevando a cabo, invitando a visitarlo. Nombró
la iniciativa de construcción de un Centro de Interpretación del Chopo Cabecero
en Torre los Negros, que fue sede de la segunda edición de la Fiesta.
La nuestra es itinerante y
viajera, como casi todo lo bueno, y en esta décima edición hicimos un homenaje
a todas las personas que han participado y colaborado ayudando a conseguir que
las fiestas sean jornadas de buen
ambiente, de estima por nuestros paisajes y de aprecio por nuestra cultura
rural. Por este motivo, el tema de este año en la fiesta “Juntos en un gran
proyecto” tenía muy fácil la concesión del premio Amigo del Chopo Cabecero 2018:
a los Vecinos y Vecinas de Torrijo del Campo, por el cuidado de la arboleda
centenaria de la entrada de su pueblo, por valorar y cuidar sus árboles, por
encarnar el reconocimiento a la cultura popular, el paisaje y la biodiversidad
asociada a este elemento patrimonial, nuestros chopos cabeceros.
Chabier extendió esas ideas e Ignacio Escuín, Director General de Cultura y Patrimonio del Gobierno de Aragón, hizo entrega del premio, a Ricardo Plumed, el alcalde de Torrijo, en nombre de todo el pueblo.
Ricardo valoró
la riqueza de su pueblo y sus gentes e invitó a todos los asistentes a seguir
visitando el pueblo y creyendo en los valores de la cultura rural, siendo uno
de sus símbolos sus chopos cabeceros, seña de identidad local.
Javier Escorza, en nombre del Ayuntamiento
y de los vecinos de Berge (Bajo Aragón), sede de la próxima Fiesta en 2019, describió las
características de la zona e invitó a todos a participar en la misma.
José María Carreras presentó la
sorpresa de la fiesta, llamando al escenario a los miembros de la Junta del
Centro de Estudios del Jiloca, para entregar colectivamente a Chabier de Jaime
Lorén, alma de la fiesta y de las actividades en torno al chopo cabecero, una
caricatura realizada por el dibujante darocense Morata, con la que agradecimos
a Chabier su trabajo y su entusiasmo, que nos ha contagiado a todos.
Nacho Escuín, Director General de
Cultura y Patrimonio del Gobierno de Aragón, fue presentado por Pilar: “El que fue objetivo principal
desde la primera edición de la Fiesta: que la sociedad y las instituciones
conozcan este gran patrimonio natural, cultural e histórico constituido por
unos bosques añosos y singulares que se extienden por las riberas,
especialmente, de la provincia de Teruel, está siendo una realidad y todavía
nos queda tajo".
Anima a continuar con el esfuerzo el apoyo institucional, en
este caso personalizado en la figura de Nacho, con quien cerramos este acto,
antes de pasar a cantar la canción de José Antonio Labordeta que ya es nuestro
himno: ¡Somos!. ¡Gracias, Nacho, por
acompañarnos hoy y todos los días!.
Nacho felicitó todas estas
iniciativas que permiten tener pueblos vivos y mostró su apoyo a la Fiesta,
animando a continuar en este esfuerzo con el mismo entusiasmo. El Gobierno de
Aragón ha revalorizado este árbol como patrimonio etnológico y ambiental al
declararlo Bien de Interés Cultural Inmaterial y proteger sus concentraciones
al catalogarlas de Arboledas Singulares y con la creación del Parque Cultural
del Chopo Cabecero del Alto Alfambra.
Somos, de José Antonio Labordeta, interpretado por Bucardo ...
... y cantado por todos los asistentes,
volvió a tocarnos el corazoncito y hacernos sentir una vez más “Juntos en un
gran proyecto”.
En un plis-plas se retiraron las
mesas, permitiendo así que se incorporara a
la fiesta más gente, que pudo disfrutar bailando y cantando con Bucardo
Folklore Aragonés ...
este año acompañado por el grupo de entusiastas de O Bureo Aragonés ...
de edades varias y la misma alegría ...
Y, finalmente subió al escenario La Ronda de Boltaña ...
Manuel Domínguez fue desgranando
la explicación de las distintas piezas, como hace la Ronda, contando las cosas
que nos pasan, que vivimos, uniendo las referencias locales del Jiloca y el
Sobrarbe porque los sentimientos y las vivencias son comunes.
“El país perdido”, “Días de albahaca”, “Habanera
triste”, “Mermelada de moras” “Aragón somos tú y yo” “La Tronada” “La
Revolandera” “La casa caída”… y así canciones conocidas y cantadas por todos,
junto con el Canto a la Libertad de Labordeta (acompañados también por los Bucardos) ...
.. y “Teruel existe, Teruel resiste”
de la Ronda, hicieron real el objetivo de la Ronda: “Tocamos por gusto y por
compromiso con unas ideas y un mensaje, por el cariño que tenemos por la tierra
y los valores del territorio en el que vivimos. De alguna forma, estamos
divulgando muchos de los valores del mundo rural aragonés”.
De esta manera la
Ronda de Boltaña también se sintió parte del “Juntos en un gran proyecto”.
Paloma, ¡abre las
alas!.
¡Levanta el vuelo, canción!
Teruel, Zaragoza y Huesca:
tres músicas, y una voz.
La voz de un pueblo que canta:
-tres lenguas, y un corazón-.
¡Volad, volad, palomicas,
al cielo azul de Aragón! (…)
Que no, que no,
palomica,
que no podemos reblar.
¿Qué tierra quieren que hagamos
sin gente y sin dignidad?...
No es mi Aragón, si alguien falta
-Montaña, Llano y Ciudad-.
...El agua, donde es precisa;
las gentes, ¡en su lugar!.
(La Revolandera)
¡Teruel existe!,
¡Teruel resiste!
Torico, ¿qué haces subido ahí?
¡Venga, a la calle! -¡que sí!-,
y a quien tú sabes -¡sí que sí!-
¡dale, Torico, también por mí!
¡Teruel existe!, ¡Teruel resiste!,
¡amante, amada, febril y en pie!.
Pero no espera -¡que no!-
ni desespera -¡no que no!-
...Y si sueña un sueño, vive por él.
(¡Teruel!)
Tienes nombre de río,
pequeña nación
agua del Pirineo que al mar no llegó.
Encontraste tu lugar , una tierra a la que amar
y has llegado a olvidarte del mar.
Somos un pueblo de agua en un seco país;
abrazados a un río queremos vivir.
No veremos nunca el mar, como no echemos a andar.
¡Vamos juntos, que se oye tronar!
(La Tronada)
Aragón somos tú y
yo,
un mismo latir el pecho,
fundidos en un abrazo
sobre montes y desiertos,
sobre distancias y ausencias,
sobre la historia y el tiempo.
Aragón somos tú y yo
y el viento, ¡nación del cierzo!
Uno y uno aquí no es dos;
uno y uno somos ¡once!
... A su aire cada cual,
y según el viento sople.
Aragón somos tú y
yo
y el viento, ¡y quien quiera serlo!
Añorar lo que no hicimos,
soñar que tal vez haremos...
Si un día soplamos todos...
Aragón, ¡bandera al viento!
Tierra de las libertades;
la del Justicia y los Fueros.
Dar el grito de apellido: “¡Aragón!”
es nombrar un mundo nuevo.
¡No añoréis lo que ya fuimos!...
¡Soñad lo que aún seremos!
(En tu nombre)
Saludo a todos los que
aquí vivisteis,
pisamos con respeto vuestro umbral.
Viejos señores que la casa hicisteis,
¡cuántas generaciones habéis visto pasar!...
De la cadiera de
nuestra memoria,
si la casa se espalda, tendréis que levantar.
Vuestro recuerdo es una frágil hiedra,
sólo unido a estos muros se puede mantener.
Si cae, será su viaje sin regreso;
ninguna primavera os puede hacer volver.
Pero no estoy aquí para llorar,
vosotros sois mi pueblo, y estos montes mi hogar.
Por eso sé que no basta llorar;
si se nos cae la casa ¡se vuelve a levantar!
La ausencia teje un
negro ajuar de viuda
con sucias telarañas de pared a pared.
¡Abrid cada verano esas ventanas;
lo que tejió en el año, le haremos destejer!
Tu casa no es sólo
un montón de piedras,
la torre que el tiempo derrumbará;
es más que un techo, es un puente de sangre
entre los que vivieron y los que vivirán;
navata que en el río de los siglos,
con sus troncos unidos, lejos navegará.
¡Que no, que no, que no hemos de llorar!,
juntos somos un pueblo y este es nuestro lugar.
¡Que nunca más nos baste con llorar!.
Si se nos cae la casa...
(La casa caída)
Siempre
que se muere un roble allá en el bosque
pierde un viejo dios mi pequeña nación;
Siempre que nos nace un niño
el futuro se hace bosque
y entre robles corretea un nuevo dios.
¿Qué verán? , si no te ven cuando
te miran,
si al mirarte sólo ven una postal;
no la tierra donde un pueblo y sus fantasmas,
abrazados plantan cara al temporal.
Si te vieran con los ojos que te
veo,
te verían sin tenerte que mirar.
Tus paisajes -seda verde y terciopelo-
son el cofre y tú la joya que guardar.
Luciérnaga entre montañas,
¡no te dejes apagar!
Si los hombres permanecen,
los dioses ya volverán.
(Una huella en la nieve)
Pilar
Sarto Fraj (texto)
Rosa Pérez, Ernesto Romeo, Carles Pons y Chabier de Jaime (fotos)