Esperamos que os guste.
Rodrigo Pérez y Chabier de Jaime
Revista de observación, estudio y conservación de la Naturaleza de las Tierras del Jiloca y Gallocanta (Aragón)
Esperamos que os guste.
Rodrigo Pérez y Chabier de Jaime
En el núcleo de la rama Aragonesa de la cordillera Ibérica abundan las rocas procedentes de la acumulación de sedimentos durante la era Primaria o Paleozoico en plataformas continentales de mares más o menos abiertos. La mayor parte de estos materiales son terrígenos (arenas y arcillas) al consolidarse originaron areniscas y lutitas.
Al quedar recubiertos por otros estratos y producirse procesos de hundimiento por sobrepeso (subsidencia), las crecientes presiones y temperaturas aplicadas durante millones de años propiciaron el desarrollo de procesos de metamorfismo regional que transformaron estas rocas sedimentarias en cuarcitas y pizarras.
En la cuenca del Aguas Vivas, son comunes las cuarcitas pero también las areniscas paleozoicas, procedentes de aquellas que no llegaron a metamorfizarse. Estos materiales se muestran escasamente porosos.
En aquellos ambientes la circulación de fluidos acuosos a través de estas rocas producía la disolución de algunos de sus minerales, entre ellos de la abundante sílice (dióxido de silicio). Al insolubilizarse posteriormente, por enfriamiento de la disolución o por incremento de la presión, precipitaba en forma de cristales de cuarzo.
Si esta cristalización se producía en el seno de las grietas y fisuras originaba unos depósitos blanquecinos que contrastan con las areniscas oscuras encajantes.
En un bancal de Nogueras pudimos encontrar un magnífico caso de este tipo de sedimentación.
Las lluvias del otoño fueron muy generosas. Esto propició el crecimiento de un verde tapiz herbáceo que ha ido cubriendo cunetas y pastizales que hasta hace tanto sólo unos meses eran lugares secos y polvorientos. En Aragón, al menos en el sur, no parece que nos guste ver crecer el verdín. Prácticamente todas las cunetas de carreteras y caminos vecinales son tratadas con herbicidas para su eliminación. Apenas verdean un poco las brigadas se ponen en marcha y cumplen su función agostadora.
Las herbáceas mueren rápidamente y adquieren un color amarillento, como se hubiese llegado el verano repentino con su calor y falta de precipitaciones. El veneno hace rápido su efecto.
Durante el mes de noviembre hemos visto la aplicación masiva de herbicidas en campos de cultivo, por ejemplo en el campo Romanos. Lo que hacía unos días eran verdes rastrojos, se convirtieron en grandes superficies amarillas y envenenadas. Los agricultores intentan así frenar el crecimiento de herbáceas y poder preparar el terreno en limpio justo antes de la siembra. Quizá algunos campos ni se siembren, o se aplica la siembra directa, pero no parece que guste verlos cubiertos de herbazales.
El empleo de herbicidas se ha extendido mucho en nuestros campos. Es un grave problema pues acaba con buena parte de la biodiversidad vegetal que suministra alimento y cobijo a insectos y aves en entornos ya de por si desfavorables. En casos tan puntuales tampoco sabemos el efecto que pueden tener sobre las aguas, su perdurabilidad, etc. Estos productos han evolucionado mucho pero, ¿se pueden considerar inocuos o simplemente son una amenaza más para nuestro entorno?
Llega el mes de febrero y con el como todos los años una nueva edición del Festival de las Grullas “el viaje de vuelta”. Pese a que en nuestras tierras el invierno acaba de entrar como quien dice (el tiempo otoñal húmedo y templado ha durado este año bastante y las heladas se han ido retrasando) lo cierto es que la invernada avanza y en poco tiempo nuestras incansables viajeras pondrán de nuevo rumbo al norte.
Este año el festival será los días 2 y 3 de febrero y cuenta con dos interesantes talleres, que se celebrarán sábado y domingo respectivamente, uno dedicado al anillamiento científico de aves con Carlos Pérez (en la Reguera) y otro al análisis de egagrópilas, que se llevará a cabo en la plaza de Gallocanta.
Además se realizarán las ya clásicas salidas de observación de grullas durante el sábado (de madrugada, para ver la salida de estas aves y por la tarde, para ver la entrada a los dormideros).
Este año el premio Grullero Mayor 2013 recae en el programa medioambiental y el equipo de “El escarabajo Verde” de RTVE.
Te adjuntamos el programa completo. Informarte de que Gallocanta tiene bastante agua y el paisaje está plenamente invernal, además hay un buen número de grullas por lo que el disfrute, como siempre, está asegurado.
Los medios de comunicación y la sociedad muestran una gran inquietud por los incendios forestales que se declaran en los montes durante el verano.
Mientras tanto las quemas agrícolas invernales incendian kilómetros de ribazos y acequias en las vegas de los ríos del sur de Aragón. Estos incendios provocan erosión de forma indirecta al inestabilizar los taludes y las paredes de los cajeros, que acaban desmoronándose.
Destruyen también el hábitat donde se refugian pequeños depredadores que participan en el control de los herbívoros que pueden ocasionar daños en los cultivos. Al desaparecer el microclima originado por la vegetación espontánea en los márgenes de los campos el ambiente se hace más árido. En definitiva, empobrecen y degradan los ecosistemas agrícolas.
Carrizos, zarzales, espinos y herbazales arden cada año pasto de las llamas al mismo tiempo que miles de sargas, chopos, sauces, fresnos y nogueras. Especialmente sensibles son los árboles con huecos, sobre todo cuando presentan abundante madera muerta.
Estos árboles desempeñan funciones ecológicas muy importantes ya que ofrecen refugio y alimento para la fauna silvestre. En ocasiones, son los únicos árboles. Llevan muchos años, a veces cientos, a la orilla de los campos, ofreciendo sombra a generaciones de agricultores que los han cuidado y aprovechado como parte de su patrimonio.
El fuego generalizado es un problema preocupante en las vegas turolenses. Antaño, los pequeños ganados apuraban los herbazales y los arbustos de los linderos, sujetando la vegetación pero manteniendo el suelo. Los árboles se extendían por los márgenes y aportaban sus cosechas.
Hoy deben soportar el abrasador hálito del fuego. Muchos mueren. Cada año se pierden varios cientos de hermosos chopos cabeceros y de otros árboles en las vegas del Alfambra, el Pancrudo, el Huerva, el Jiloca o el Martín. Algunos eran ejemplares monumentales.
Poco a poco el fuego está transformando las huertas al deforestarlas. Es un cambio lento, no fácil de percibir. Mientras tanto, los medios de comunicación y la preocupación ciudadana no comprenden su alcance y mueren cientos de árboles centenarios en la soledad de los campos de Teruel.
José Antonio Sánchez, Fernando Herrero y Chabier de Jaime
El barranco Valdelacasa, en el término de Nogueras, tiene en su fondo varias laderas aptas para su cultivo agrícola. En el linde entre dos campos observamos una pequeña superficie cubierta por vegetación espontánea, a modo de isla.
En muy poca extensión encontramos una muestra representativa de la vegetación de estos montes.
Una joven carrasca nos indicaba cuál es la especie dominante en los bosques maduros del entorno.
A su alrededor, había muestras de tres especies de arbustos espinosos.
La zarza escalambrujera o escaramujo (Rosa canina) es una de las pioneras en las primeras etapas de la recuperación del matorral.
También podía encontrarse otro espino, la gazpotera, espino albar o majuelo (Crataegus monogyna) algo más común en matorrales menos perturbados y con una recuperación algo más avanzada.
Indicando cierta proximidad del freático, el zarzal (Rubus ulmifolius) aprovechaba el sombreada de las citadas plantas para trabar una maraña.
Las junqueras (Scirpus holoschoenus) nos confirmaban la presencia de agua en el subsuelo accesible durante varios meses.
Completaba este conjunto la retama común (Retama sphaerocarpa), leguminosa arbustiva de gran altura que matiza muy bien la menor incidencia de las heladas en estos somontanos de la Ibérica hacia el valle del Ebro.
Estos pequeños retazos de vegetación leñosa entre los campos ofrecen diversos servicios ambientales en su entorno incluso para las propias parcelas cultivadas de su entorno. Atenúan el rigor climático, favorecen a la vida silvestre, reducen la erosión y mejoran el suelo.
El Ayuntamiento y los vecinos de Monreal del Campo hace años que lo tienen claro. Mientras tanto, las concentraciones parcelarias que vamos viendo por los pueblos de la comarca, van en la dirección contraria.
Los cazadores comprueban como desaparece la vida silvestre tras una concentración. Lo saben, pero no dicen nada ….
Hace unos años el Ayuntamiento de Calamocha tuvo la acertada iniciativa de integrarse en + Biodiversidad. Red de gobiernos locales. En este marco concurrió al III Concurso de Proyectos para el Fomento de la Biodiversidad 2011 con el proyecto “Incremento de la biodiversidad en la ribera del Jiloca (Teruel). El ciervo volante (Lucanus cervus) y los chopos trasmochos (Populus nigra)” siendo seleccionado y premiado. Dos técnicos medioambientales, Carmen Alijarde y José Ramón López, están desde finales de 2011 desarrollándolo con dos líneas de trabajo.
Una de ellas era la creación de hábitat para el ciervo volante y otros insectos saproxílicos (no debe olvidarse que Lucanus cervus es una “especie paraguas”) mediante trabajos de escamonda de chopos cabeceros seleccionados conjuntamente con la Comunidad de Regantes de Calamocha que se encuentran situados en márgenes de acequias y en espacios públicos.
La segunda línea de trabajo es la educación ambiental mediante charlas en los centros educativos, conferencias en ferias y la dotación de una colección de paneles para colocar en el parque municipal y otros espacios empleados por la población para el esparcimiento y que coinciden con el hábitat del coleóptero y el árbol.
Durante dos inviernos la empresa Xilofor, adjudicataria de los trabajos de escamonda, ha podado varios doscientos treinta chopos cabeceros repartidos por la vega del Jiloca de Calamocha.
Aquellos árboles podados en el año pasado comenzaron a brotar esta primavera. Son la esperanza de mantener estos viejos árboles en el paisaje calamochino ya que las quemas agrícolas incontroladas y el abandono por pérdida de uso estaban acelerando su desaparición.
Los vecinos que lo han solicitado han podido proveerse de leña a partir de las vigas obtenidas. Aquellas otras que no han sido pedidas se han triturado para obtener astilla para su uso como combustible. Frente al colegio había una decena de viejos y decrépitos chopos que llevaban cuarenta años sin podarse. Miguel Ángel Lázaro y Felipe Ruiz, animosos como siempre, los escamondaron el día de Nochevieja, por aquello de ganarse la cena … y los dejaron así de bien:
Como en casa tenemos estufa nosotros solicitamos el aprovechamiento de estas leñas que compartimos con otros vecinos.
Así, con la ayuda de Chabi y de Felipe, durante estas navidades, hemos estado limpiando las vigas con la motosierra o aprovechando vigatillas…
separando las pequeñas ramitas no aprovechables …
recogiendo y cargando palos en el tractor …
En fin, un entretenimiento que te desloma si no estás muy acostumbrado al ejercicio físico. Pero que sabe muy bueno cuando el trabajo ya está hecho ….
Analizando el grosor de los anillos de las vigas destaca la delgadez de los producidos en los últimos veinte años …
claro indicador del limitado crecimiento de las ramas cuando supera el turno de los doce años, el preferido tradicionalmente por las gentes del país.
El río Cámaras es un modesto afluente del Aguas Vivas. A su vez, este es uno de los más humildes afluentes del Ebro por su margen derecha.
Recoge las aguas de los montes de Loscos, Mezquita de Loscos, Bádenas, El Colladico, Santa Cruz de Nogueras, Nogueras y Villar de los Navarros. Mucho territorio. Para ser un territorio tan extenso, su caudal es muy escaso y muy irregular, consecuencia de su completa y directa dependencia del régimen precipitaciones.
Es habitual que llegue a secarse durante varios meses al año. Entonces el agua que se retiene temporalmente en las depresiones con sustrato impermeable permite el desarrollo de plantas acuáticas como la anea y el carrizo.
Las lluvias de este otoño han permitido que el Cámaras vuelva a ser un río, al menos durante este invierno. Aguas abajo de Nogueras hay un paraje en el que se aprecian muy bien las variaciones de caudal y sus consecuencias en la vegetación.
En esta zona afloran calizas, margas, pizarras y areniscas del Devónico correspondientes a la formación Mariposas y Castellar. Estos materiales forman unos estratos que fueron plegados y posteriormente erosionados, quedando en la actualidad buzados hacia el este. El río Cámaras, tras abrirse paso entre los glacis de ladera de estos montes, se ha encontrado con estas competentes rocas. Las aguas inciden perpendicularmente sobre estos estratos creando un conjunto de pequeñas cascadas, rápidos y pozas.
Al coincidir la dirección y el sentido del río con el buzamiento de los estratos, y al ser estas rocas muy competentes, cada uno de los estratos de esta serie se ha convertido en una pequeña presa, ofreciendo resistencia a su paso y acumulándola lateralmente en forma de alargadas pozas.
Los limos que se retienen en estas pozas permiten el desarrollo de la anea y el carrizo tras periodos de escasas precipitaciones. El caudal de este otoño, aún modesto, perturba a estas formaciones de macrófitos propias de aguas calmas pero no ha sido capaz de movilizarlo.
Una observación atenta permite hallar restos de limos y de cañas acumulados sobre la parte superior de unos estratos. Están casi dos metros por encima del actual cauce. Son los depósitos de alguna de las últimas crecidas del Cámaras. En esta angostadura del cauce, el caudal se concentra y aumenta su velocidad. A pesar de ello, cuando remite la crecida algunos de las partículas en suspensión tienden a depositarse al quedar retenidas en los salientes del lecho.
La historia de los depósitos de los ríos es larga y compleja. Los sistemas fluviales tienden a formar terrazas de materiales detríticos tras prolongados periodos de crecida. A su vez, cuando la acción erosiva es continua, las aguas movilizan los propios materiales erosionando la terraza formada al tiempo que profundizan el cauce. Si, con posterioridad se produce otro episodio de depósito se formará una nueva terraza fluvial. En Nogueras podían distinguirse con claridad ambas formas de sedimentación.
Al ser materiales finos, estas terrazas fueron puestas en cultivo, a modo de bancales. En la actualidad se encuentran abandonadas.
Al observar esta imagen pueden reconocerse algunos conceptos de estratigrafía y trazarse una esquemática historia geológica. En una cuenca sedimentaria de plataforma de depositarían durante el Paleozoico una serie de estratos de limos calcáreos y arenas. Tras su compactación y cementación se transformaron en rocas sedimentarias. En alguna orogenia, tal vez la Alpina, fueron plegados y quedaron a la intemperie iniciando un proceso de desmantelamiento por los agentes geológicos externos. Mucho tiempo después, ya en el Cuaternario, se organizaría la red fluvial del Aguas Vivas, depositando el río Cámaras sedimentos detríticos en ambientes continentales en forma de terrazas fluviales.
Puede observarse que estos estratos detríticos están horizontales ya que no han sufrido plegamiento alguno. Están descansando directamente sobre los estratos buzados paleozoicos. Es un ejemplo de diastema. En concreto, es un caso de discordancia angular.
Cuando el relieve de un territorio viene establecido por la existencia de estratos inclinados en los que hay alguna roca de mayor dureza, se dice que es un relieve en cuesta. En el fondo del valle del Cámaras en Nogueras, podemos también observar un claro ejemplo aunque a pequeña escala.
La meteorización física es el proceso de disgregación de las rocas expuestas a la intemperie por la acción de las oscilaciones bruscas de temperatura (termoclastia), el efecto cuña del agua al congelarse (crioclastia). Las calizas margosas también muestran las grietas abiertas por la meteorización, posiblemente producidas por crioclastia, desprendiéndose fragmentos laminares de roca que recuerdan por su aspecto a la pizarra.
También contribuyen los seres vivos a la meteorización de los seres vivos al introducirse entre las fisuras de las rocas (bioclastia). Las semillas del aladierno, también conocido como palo de Bañón, han llegado al fondo de una grieta de arenisca y han germinado produciendo una plántula emergente.
La imagen recuerda a la de las plantas pioneras que colonizan las coladas de lavas. Nada que ver.
Las raíces pugnan por penetrar en la roca a través de las líneas de debilidad. Diaclasas, grietas y planos de estratificación ampliándolas y favoreciendo su disgregación. Esta labor puede parecer lenta y poco eficaz, pero no debe olvidarse que el tiempo es un recurso abundante al hablar de procesos geológicos. Muy cerca, la acción meteorizadora de una humilde aliaga queda de manifiesto.
Es implacable la acción modeladora de los seres vivos.