Natura xilocae

Journal of observation, study and conservation of Nature Lands Jiloca Gallocanta (Aragon) / Journal de l'observation, l'étude et la conservation de la nature et des Terres de Jiloca Gallocanta (Aragon) / Journal der Beobachtung, Erforschung und Erhaltung der Natur und der Lands Jiloca Gallocanta (Aragon) / Gazzetta di osservazione, lo studio e la conservazione della natura e Terre Jiloca Gallocanta (Aragona) / Jornal de observação, estudo e conservação da Natureza e Jiloca Terras Gallocanta (Aragão)

lunes, 15 de diciembre de 2025

E.A. OJOS DE LA RIFA. NOVIEMBRE 2025. COMENZAMOS EL TERCER AÑO.

Terminó noviembre. Un noviembre muy especial

Noviembre fue el mes en el que hace dos años se puso en marcha la Estación de Anillamiento de los Ojos de la Rifa (EAOR). Atrás quedan cuarenta y ocho jornadas de campo, veinticuatro vespertinas, otras tantas matinales. Y cientos de horas aprendiendo con las aves, descubriendo cómo funciona este pequeño agroecosistema y compartiendo buenísimos momentos entre amigos.


Noviembre nos ha traído también un brusco ascenso del nivel del agua tras cesar el bombeo con el fin de la campaña de riegos.


Y, sobre todo, noviembre nos ha traído una epidemia en toda la regla: la gripe aviar. Nos ha obligado a aplicar unas medidas preventivas para proseguir con la actividad anilladora en una zona húmeda situada en el área de influencia de la laguna de Gallocanta. Un epidemia que ha dejado en el camino a un millar de grullas y a otros animales.


En lo meteorológico ha sido un noviembre muy representativo. Durante su inicio las temperaturas fueron algo más cálidas de lo habitual, siendo algo más frías en su fase final.  En la Estación Meteorológica Puente Romano de Calamocha la temperatura media mensual fue de 7,9 ºC, superior a la media de la serie 1993-2025 (7,5 ºC), como viene sucediendo en otros meses. Las precipitaciones han sido también las propias de esta época del año; en la citada estación calamochina se recogieron 34,3 mm, algo menos que la media de este mes (37,3 mm), mientras que en la estación meteorológica de Caminreal, situada junto al yacimiento arqueológico de La Caridad, fueron de 25,2 mm. 


El agua ha vuelto a los prados. Comenzó a entrar tímidamente a finales de octubre y se ha manifestado en todo su esplendor en noviembre. El acuífero, que recibió una importante recarga durante las abundantes lluvias primaverales, se ha recuperado al cesar el bombeo de la campaña de riegos del pasado verano. El día de 3 de noviembre el nivel ya marcaba 28 cm...


... mientras que el día 17 ya alcanzaba los 32 cm. Y es que, con un relieve tan suave como es el del Hondón, y para un mismo volumen de la descarga, el incremento en el nivel se atenúa notablemente al aumentar notablemente la superficie inundada


Suavemente, el otoño ha hecho su entrada. 

Las sargas de la acequia, nuestras referencias, han perdido la mayor parte de las hojas...


... mientras que de los cercanos chopos, también gravemente quemados en marzo de 2024, asomaron los carpóforos de hongos saprófitos...


La inundación de los prados ha barrido del cañizar a las especies propias del medio terrestre. Sin embargo, ha reactivado a aquellas propias de ambientes acuáticos, latentes desde final de primavera.

En las cálidas jornadas de la primera quincena nos llamó la atención la abundancia de libélulas, afanadas en completar su ciclo biológico...


 y la de escarabajos en los prados ...


... suponemos que ocupados en los mismos menesteres.

El paisaje agrícola sigue el ritmo de las labores propio del ciclo anual. 

Los alfaces, tan apenas crecen en estos días, cada vez con menos horas de luz...


Los panizos, esperan a las heladas nocturnas y a los cierzos para terminar de secar sus granos. En pocas semanas las cosechadoras entrarán a los campos y el paisaje del regadío cambiará de raso.  


En los secanos, muchos campos ya se han sembrado y abonado. Durante unas semanas, hasta que asomen las primeras hojas, la tierra se mostrará desnuda. 


Y en cualquier ribazo o barbecho, surge la belleza en las últimas flores de las plantas arvenses. Como le ocurre a esta capitana.


En lo ornitológicola EAOR también ha mantenido la tónica de otros meses en cuanto a riqueza y abundancia de aves registradas. 

En las jornadas de anillamiento de primera quincena (días 3 y 4), se capturaron 67 aves de 14 especies. En las de la segunda quincena (días 17 y 18), fueron 57 aves de 9 especies. En total, en noviembre de 2025 se alcanzó un total de 124 registros (91 aves anilladas y 33 recuperaciones) de 17 especies


Estas cifras vuelven a superar, en términos cuantitativos y cualitativos, a las obtenidos en noviembre de 2024, que fueron de 100 ejemplares de 16 especies. E incluso a las de octubre de 2025 (93 individuos de 13 especies). 

Las redes del sector 2...


sumaron la mayor parte de las capturas (84,7%), mientras que las del sector 1, las situadas entre las sargas y el cañizar... 


... tan apenas supusieron el 15,3% de las mismas. 

Las nasas, completamente inundadas, no fueron funcionales. Las aves que caminan entre los cañizos ya estaban lejos.


El aumento en el total de capturas de noviembre respecto al mes anterior se explica por la irrupción del escribano palustre (Emberiza schoeniclus). 


Este escribecartas de cañizar suele ser la especie más abundante en la EAOR durante los meses de invierno. En este mes, los 56 ejemplares capturados han supuesto el 45,0% del total de los registros. Parece tratarse de una entrada notable en la zona pues este efectivo supone el 29,3% de los que han pasado por nuestras manos en los dos años.  

Este emberícido migra en el otoño desde el norte de Europa hasta la región Mediterránea. Al parecer, los que invernan en la mitad norte de la península Ibérica son de origen escandinavo. Es una especie que muestra una notable fidelidad a sus territorios de invernada. Damos fe. Uno de los ejemplares capturados este mes fue anillado por nosotros el 27 de febrero de 2025. La pregunta es si se trata de un ejemplar invernante en Caminreal o de un ejemplar en paso (postnupcial y prenupcial) por el Jiloca. Intentaremos resolver la duda.

Ante la posibilidad de que alguno de los escribanos palustres que registramos no sea de la subespecie Emberiza schoeniclus schoeniclus, la de origen centro y noreuropeo, la esperable y más común, sino de la subespecie E.s. whitherbyi, amenazada y reproductora en el este de la península Ibérica, estamos empezando a medir la longitud de pico. De momento, todos son de la subespecie nominal.

La segunda especie en cuanto a número de registros ha sido el ruiseñor de acequia o cetia ruiseñor (Cettia cetti).


Sorprende el número de capturas (19). El máximo mensual absoluto en la EAOR. Y tras varios meses de altos valores. En los últimos cinco meses han pasado por nuestras manos 78 ruiseñores de acequia. En el mismo periodo de 2024, fue prácticamente la mitad (40). Al tratarse de una especie poco viajera, puede pensarse que en 2025 su reproducción ha sido exitosa en los Ojos de la Rifa, ya que el 57,9% de las aves capturadas han sido jóvenes del año. Es posible que le haya podido favorecer la mayor presencia de agua y la recuperación de la vegetación de los prados, tras los incendios de marzo de 2024. Otro dato llamativo es la elevadísima proporción de autorrecuperaciones (68,4%) lo que confirma la naturaleza sedentaria de este pequeño y discreto pájaro. 

Esta especie también ha deparado otra sorpresa. En uno de los ejemplares registrados, por cierto un autocontrol anillado el 11.10.2024, encontramos alrededor del ano cinco protuberancias carnosas .


En estos días de gripe aviar, en los que los dedos se nos antojan huéspedes, extremamos la la prudencia en su manejo. Días después supimos que estos bultos perianales probablemente sean un síntoma de coliriclosis, una infestación producida por Collyriclum faba, un tremátodo parásito de las aves cuya ecología aún no es bien conocida. 

De nuevo nos encontramos ante un nuevo caso de parasitismo, uno de los motores de la selección natural y de la evolución biológica. Y ante un animal, el parásito, con un complejo ciclo vital, tan fascinante como desconocido. Este gusano plano merece el mismo respeto que su hospedador. En la naturaleza no hay especies buenas o malas, principales o secundarias. Todas desempeñan funciones en la dinámica de los ecosistemas. Esa visión antropocéntrica  de denostar o directamente de eliminar a los parásitos para "salvar" al animal hospedador, al margen de cuestiones éticas (ahora que se tiene la piel tan fina en estas temas) es propia del mascotismo que últimamente impregna a la sociedad, pero se aleja de lo que debería preocuparnos: la conservación de los procesos naturales que rigen el funcionamiento de los sistemas ecológicos.

El mosquitero común (Phylloscopus collybita) ha sido la tercera especie en cuanto a número de registros (12). Es una especie migratoria que está presente en la vega del Jiloca durante el paso postnupcial, la invernada y el fugaz paso prenupcial.


Tres de los mosquiteros comunes registrados fueron anillados en la EAOR en los días 26.11.2024, 13.01.2025 y 28.02.2025 . Esto apunta a una notable fidelidad a las zonas de descanso durante la migración o a su zona de invernada. Es una especie que, en términos relativos, ofrece registros moderados. Estas altas cifras de recapturas sugieren que el efectivo en los Ojos de la Rifa debe de ser discreto.

La cuarta especie en cuanto a número de registros (11) ha sido el buitrón (Cisticola juncidis).


Estamos, de nuevo, ante otra especie propia de ambientes palustres y que también parece haber criado bien en la zona. Este año, al menos de momento, no parece tener mucho interés en marchar a otros parajes (¿el frío no apura?) pues el 72,7% de los ejemplares registrados han sido autorrecuperaciones.

El pechiazul (Luscinia svecica) sigue presente en los Ojos de la Rifa aunque con cifras (5) inferiores a las de los pasados meses de octubre (11) y septiembre (12). 


Es probable que los ejemplares registrados en noviembre sean ya los que se quedan a invernar en la vega del Jiloca. Esta hipótesis puede coger fuerza si se considera que el 80% de ellos han sido autorrecuperaciones y que de estos, la mitad fueron anillados en la EAOR durante el invierno anterior (11.12.2024 y 06.11.2024)


Lo esperábamos con ganas. Y llegó a su tiempo: el bisbita alpino (Anthus spinoletta). Como suele ser habitual, con un discreto número de registros (3), igual que el año pasado por estas fechas.

Los estudios realizados por Alfonso Villarán en un carrizal de la Comunidad de Madrid apuntan a que el bisbita alpino muestra una elevada fidelidad a los lugares de invernada. Coincide con esta idea el hecho de que, de los tres ejemplares capturados, uno de ellos fue anillado en la EAOR. En concreto, el 06.11.2024. Justo hace un año. 

Esta especie es un invernante común en el valle del Ebro pero muy escaso en la cordillera Ibérica. En nuestro entorno, se conoce la presencia en las lagunas de El Cañizar y de Gallocanta, así como en el embalse de Lechago. Los datos que estamos recogiendo en Caminreal complementan a las observaciones visuales, para mejorar el conocimiento sobre la invernada de este motacílido. 

Otra de las (pequeñas) sorpresas del pasado mes fue el registro de un ejemplar de carricero común (Acrocephalus scirpaceus). Fue sorprendente, pero no por tratarse de una especie rara en la zona (es segunda en abundancia) sino porque lo tardío de la fecha (04.11.2025) para su paso migratorio postnupcial.


En esta época los fringílidos son comunes en el entorno de nuestra estación. Utilizan las sargas como posaderos y desde allí se desplazan hasta los rastrojos de girasol, los barbechos y los ribazos con cardos para comer las semillas que componen su dieta. Sin embargo, no tienen interés en acercarse al inmediato cañizar. Pero, aún así, de tanto "ir el cántaro a la fuente" alguno lo sobrevuela y acaba enredándose. Este es el caso de los tres rojiñones o pajareles (Linaria cannabina)... 


 del cardelino (Carduelis carduelis) y del lucano o lúgano (Spinus spinus) que anillamos este mes.


Para la última especie, se trata de la primera anilla. Otra especie nueva para la EAOR.

Otro pájaro que resulta común en los cercanos bosques pero escaso en los prados de la Rifa es el pechicorroyo o petirrojo (Erithacus rubecula). Noviembre nos trajo un ejemplar. 


Sospechamos que algunos de los pechicorroyos que crían en los bosques de las sierras cercanas bajan en la otoñada a la vega del Jiloca. Pero, vete a saber. Conocemos tan poco a estas poblaciones... 

Completamos la lista de aves registradas con el cagamangos o tarabilla común (Saxicola rubicula) (3, uno de ellos autocontrol), el ratonero o chochín euroasiático (Troglodytes troglodytes) (3, dos de ellos también autocontroles), el triguero o triguerón (Miliaria calandra) (1), el chichapán o carbonero común (Parus major) (1), el gurriato de reclija o chopero (Passer montanus) (2)...


... o el gorrión moruno (Passer hispaniolensis) (1). Por cierto, ¿dónde están ahora las docenas de gurriatos que anillamos durante el pasado verano? Desde luego, dormidero no parecen tener en los Ojos Altos de la Rifa.

La epidemia de gripe aviar que han padecido las grullas en Gallocanta nos cambió el protocolo habitual de trabajo. Por la seguridad de las aves y por la nuestra. 

Redujimos al mínimo el número de personas presentes en la Estación durante las jornadas. Y pasamos a emplear guantes para todo. Guantes para sacar los pájaros de la red, para anillarlos, para medirlos y para pesarlos. Muy engorroso. Un enredo.


Y entre pájaro y pájaro, lavado de manos con agua y jabón. Con el agua bien fresquica.
 

En este mes no hemos tomado datos de musculatura ni de grasa corporal. Así evitamos soplar en el abdomen del pájaro y dispersar el virus que se concentra en las secreciones. 

Y con la mascarilla puesta. 


Cada vez que se medía la longitud de ala y que se pesaba, desinfección con agua y lejía de la regla y del cubilete. Y después, a secar cada cual. Y otra vez a usarlos.


Nos faltaban manos. Y también tiempo. Anillar a los pájaros, anotar en el cuaderno, revisar los autocontroles, consultar las dudas en la guía de Javier... Se nos acumulaba la faena. Íbamos "como un gato con un liviano". No se podía ir más rápido. Pero todo fue saliendo.


Loubé publicó én Instagram un bonito vídeo sobre la incidencia de la gripe aviar en la EAOR. Lo podrás ver pulsando en este enlace

Noviembre se ha ido y también la gripe aviar. En diciembre estamos atenuando el rigor de las medidas preventivas. En enero volveremos a la marcha habitual. Y volveremos a compartir estos ratos con los amigos.

Con este artículo concluye un ciclo anual en la estación de anillamiento. La lectura de los doce artículos ofrece una visión de la comunidad de pequeños pájaros que viven en los prados de este humedal. Un espacio natural que cuanto más lo observamos y más datos nos ofrece, más preguntas nos suscita. 


Y eso... ¡es fenomenal!

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